Reto 2: El largo camino hacia la igualdad

Maruja Mallo

Maruja Mallo (1902-1995) fue una de las principales artistas de la Generación del 27 española y una figura representativa internacional del surrealismo figurativo. Esta feminista española fue una pintora vanguardista y una importante creadora.

Nacida como Ana María Gómez González, Maruja Mallo fue una pintora surrealista española nacida el 5 de enero de 1902 en Viveiro, una ciudad del norte de Galicia. Siendo la cuarta de catorce hermanos y hermanas, contó con unos padres adelantados a su época que apostaron por educar a todos sus hijos en la igualdad. Así, la pequeña pudo disfrutar de una libertad que pocas niñas tenían y de una infancia en la que le era permitido montar en la bicicleta de sus hermanos y unirse a ellos en todos los juegos como una más.

Su padre era funcionario del Cuerpo de Aduanas, por lo que se trasladaba con frecuencia. Comenzó su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés y prosiguió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde estuvo hasta 1926. Allí, coincidió con Salvador Dalí que la introdujo en el surrealismo y en la Generación del 27.

Frecuentaba el Lyceum Club Femenino y fue una de las protagonistas de Las Sinsombrero, como denominaron a las mujeres pertenecientes a esta Generación del 27. Mantuvo una relación amorosa con Rafael Alberti hasta 1931, con el que colaboró intensamente iluminando "La pájara pinta". En 1927, colaboró con Ortega y Gasset como ilustradora en la Revista de Occidente, en cuyos salones celebró su primera exposición individual con gran éxito. En los años 30, tomó contacto en París con figuras como André Bretón, y su obra entra de lleno en el surrealismo. De vuelta en España, trabajó como profesora. Frecuentó a Miguel Hernández, con quien mantuvo una relación amorosa y, a partir de 1936, comenzó su etapa constructiva.

Con el inicio de la Guerra Civil, se exilia a Argentina y empezó a pintar especialmente retratos de mujeres, cuyo estilo es precursor del arte pop estadounidense. En la década de los 60, regresó a España y murió en Madrid. Sus obras más destacadas son: El canto de la espiga; Sapos y excrementos; La ciclista: Elementos del deporte; La mujer de la cabra; Espantapájaros y Antro de fósiles. Entre otros, recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1982); la Medalla de Oro de Madrid (1990) y la Medalla de Oro de la Xunta de Galicia (1991).

Maruja Mallo fue una mujer que realizó importantes acciones en pro de la igualdad entre mujeres y hombres, a causa de que se trata de una figura clave dentro de dos ámbitos de la primera mitad del siglo XX español: el artístico, formando parte de los grupos renovadores del arte nacional y de la conocida como Generación del 27, y el feminista, participando en los movimientos de emancipación femenina y convirtiéndose en la encarnación de la mujer moderna.

La artista desarrolló su vida como una mujer libre, conquistando logros usualmente reservados al territorio masculino; esta modernidad encontró lugar también dentro de su producción artística, estrechamente relacionada con la representación del concepto de mujer nueva y en la que observamos dos características: la revalorización de elementos tradicionalmente asociados con lo femenino y la creación de un universo habitado por la mujer moderna en el que no existen diferenciaciones por cuestiones de género.

Las fuentes utilizadas son las siguientes:

liVolet

Mujeresen el Patrimonio Mundial de España

Historia.National Geographic

Revista Eviterna

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